lunes, 14 de febrero de 2011

Reuniendo la dispersión, intentándolo

El significado de la palabra dispersar (de disperso) según la Real Academia Española, segunda acepción: “Dividir el esfuerzo, la atención o la actividad, aplicándolos desordenadamente en múltiples direcciones.” Definitivamente, estoy disperso...



Cuando comencé a desarrollar el Project lo nombré “Netwood Project”. La idea básica consistía en crear una Nettop transportable para superar las emergencias de algún cliente desesperado (reemplazo temporal de equipos) o como apoyo técnico durante su resolución (mi apoyo p'a realizar backup switch KVM mediante). Como al e-boliche lo llamo Cyberpulpería, pues la presencia de una computadora proveniente de él bien podría poseer un diseño particular y destacable a simple vista. Con la posibilidad de adquirir motherboards MiniATX con CPU Intel Atom, la idea terminó de madurar y comenzó a concretarse. Originalmente pensaba montar un SSD en reemplazo del clásico HDD (por su fragilidad ante el transporte) y no contarían con CD-DVD. (Por los costos del primero y la inclusión del segundo device, el Project derivó en una HTPC, o algo parecido a eso...)

Con estos antecedentes armé Telúrica, ella fue base de las posteriores Gurí: Nettop y/o HTPC de forma cúbica con 22 cm de lado. Los tropiezos y experiencia en Telúrica devinieron en el concepto “cajón/cajonera”: un chasis encerrado dentro de una carcasa, removible como cualquier cajón que se precie de ser tal, un diseño pensado desde cero. A su vez la idea de Gurí se extendió (diría creció en altura) en Mangrullo Andino: base cuadrada de 22 cm de lado y 31 cm de altura. Los 9 cm adicionales permitieron acomodar un DVD-Writer dentro. Ahí la original Nettop estaba a un paso de convertirse en HTPC definida como tal.



Obsesionado por el cubo (mi sólido platónico preferido) y considerando que resultaba muy sencillo conseguir motherboards microATX antes que MiniATX, pues “inflé” en 7 cm a Gurí y con ello nació la serie Tape con sus 29 cm por lado. El traslado de una de ellas no sería tarea sencilla (comparada a una Gurí), pero se abría la puerta a la posibilidad de un universo más amplio: mayor disponibilidad de CPUs, expansión y costos menores, reciclajes, etc. (Si bien existen mobos MiniATX sin procesadores soldados a ellas, como los Atom, de momento sus costos son mayores a una microATX, entonces la relación prestación y vida útil supera, con mucho, a las primeras, a punto tal que las podría considerar delicatessen.)

Regresando al origen, Telúrica fue una mezcla de madera y MDF como base (una caja en los hechos), o concretamente él revestido de madera de pino de 1 cm de espesor. Luego abandoné la madera maciza por la sintética dado que se presentaban las posibilidades de su enchapado o pintado, un buen proceso y manipulación del material a trabajar, estabilidad dimensional, libertad, etc. Por aquel entonces surgió la posibilidad de crear Nettops enchapadas en maderas nobles: crear un objeto que pudiera exhibirse sobre un escritorio (la idea del delicatessen del párrafo anterior). Lo concreto es que adopté el MDF como material base y la pintura como acabado principal (al principio esmalte sintético mate, luego pintura acrílica base agua), mientras el enchapado quedó para una etapa posterior.



Como la utilización de MDF de 9 mm de espesor provocó una cierta preocupación y alerta respecto de posibles problemas con la temperatura dentro de los gabinetes, decidí aumentar la ventilación incrementando el diámetro y número de los coolers posteriores y abriendo huecos en los lados del cubo, primero en los laterales, luego en todos los lados donde pudiera realizarse: ahí tiene su origen la idea de Quincho, Quincho Plus y luego Enramada. El resultado es muy bueno: los coolers funcionan a revoluciones nominales y el rendimiento de las computadoras no decae por calor. A la cuestión técnica hay que sumar el resultado estético que, gusto mediante, al menos resulta divertido y poco común. (Me han dicho que parecen computadoras de playa, ¿reminiscencia de bar playero quizá?)

A esta altura, o desde el vamos nomás, alguien podría preguntar: ¿para qué tanto lío, por qué no comprar un gabinete específico cuando los hay? En principio podría responder con otra pregunta: ¿por qué no? Luego agregaría dos temas: a) puedo hacerlo, tengo habilidad como para plantearme el desafío de crear un objeto personalizado (espero que los resultados corroboren, o no, esta temeraria afirmación, me refiero a la habilidad de...); b) necesito salir del mundo digital y virtual para recuperar equilibrio en el real y analógico, diría que el Project es una suerte de terapia (similar a ocuparme de hacer y cuidar el jardín). (Por estos días, mientras regaba el jardín, pensaba a propósito de los comentarios y halagos de una vecina respecto de él: el orden y cuidado que exhibe no es el objetivo primario, es una consecuencia del momento de reflexión que la tarea llamada “jardinería” me permite disfrutar. Pregunto: ¿mi actuar calificaría como hacer sin hacer o quizá karma yoga? Hay algo que tengo un poquito claro: los resultados de lo que hago, en todos los órdenes, son inversamente proporcionales a mi grado de “locura” y/o desorden mental.)



Luego de varias Tape, todas ellas Ropa Vieja (reciclajes), una Mangrullo Andino y varias Gurí (en concepto de maquetas, es decir sin hardware específico) en el haber y además con un montón de fierro (literalmente hablando) en calidad de scrap (he desarmado varios gabinetes, otros están en gatera), decidí utilizar dicho material, pero para ello debo ajustar el diseño y layout que vino madurando durante casi dos años. En dicha cuestión estoy abocado en el presente: encajar y ajustar partes y materiales al Project (el prototipo de prueba concreto es Tape Ropa Vieja v5.0 Requecho Enramado).

Llegado a este punto vuelvo sobre la cuestión del principio: dispersión. El Project es terapia, una muy pequeña parte de él tiene su génesis en razones técnicas (la excusa), el resto es puro intento de realizar transmutación de “locura” en “algo”. Pero conforme él evoluciona, y transcurre el tiempo, he llegado a preguntarme: ¿está un cambio en ciernes, otro cambio de papel en el teatro? (Aclaro: cuando me preguntan qué soy, suelo responder “ser humano”, entonces suelen repreguntar consultado a qué me dedico, cuál es mi ocupación, a ello respondo “ah, te referís a mi papel en el teatro de la vida, en este acto de la obra, interpretando el papel de informático” y variantes.)

Quizá ese “algo”, que mencioné antes, consista en profesionalizar el hobby (tengo antecedentes sobre estas cuestiones, ya experimenté otras “singularidades quánticas” ocupacionales y/o profesionales). Suponiendo que el pálpito fuera acertado, ¿qué hacer, crear gabinetes personalizados desde cero, a manera de delicatessen, o realizar reciclajes como el que estoy planteando y desarrollando con Requecho? ¿Quizá enfocarme en las Nettop y HTPC con mobos MiniATX dado que ellas representan el mejor resultado que logré hasta el momento? ¿Dejar todo como está y seguir experimentando por el solo hecho de experimentar creando con la terapia que ello significa e implica? ¿Volver sobre el mundo virtual trabajando con programas de modelado, generando documentación en CAD, para luego concretar aquello que valga la pena concretarse y materializarse, filtrar digamos? ¿Construir un stock de gabos, poner una mantita en Plaza Francia o en la Calle Perú frente a la Legislatura de la Ciudad y venderlos como artesanía? ¿Fabricarlos on demand, cero stock? ¿Mudarme a El Bolsón? ¿Fabricar y vender gabos exclusivamente, o dedicarme a vender el conjunto gabinete/hardware listo para usar? ¿Crear y diseñar sí, quizá comercializar también, pero tercerizar la producción, franchising talvez? ¿Sigo con el cubo o me permito otras formas? ¿Qué hago con con lo que estoy fabricando (ya me está faltando espacio donde guardarlo), lo remato desde $1.- en MercadoLibre? ¿Paro la "pelota"?

Este último párrafo, con todas sus preguntas al aire (y aquellas que seguramente faltan), es muestra de mi dispersión, en todas estas cosas estoy pensando, llevo varios días con estas cuestiones orbitando la cabeza. La dispersión estaría atentando contra la evolución y desarrollo del Project. Ahora que lo pienso mejor: quizá estoy aplicando demasiada atención, expectativa, desvirtuando su origen y razón de ser, de ahí mi confusión mental al respecto, ¿dispersión de la mente quizá?

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