De las 27 imágenes de este álbum queda poco por comentar: con chasis y carcasa armados el siguiente paso era el obligado acabado de sus superficies externas, no pensaba pintar el interior.
Básicamente apliqué masilla en aristas, agujeros de tornillos y algunas imperfecciones menores (quizá algún mellado accidental), seguido de pintura base blanca (4 manos, intermediadas por lijado suave) y esmalte sintético satinado mate (otras 4 manos idem, pensé que el esmalte brillante podría derivar en problemas de terminación, por eso lo descarté) color rojo para la carcasa y negro para la parte posterior del chasis. Con respecto al método de aplicación: la base blanca a pincel, el esmalte sintético a rodillo.
Como anécdota: cada mano se aplicó con 24hs de diferencia (incluso con la masilla seguí la misma regla), en total la suma llega 11 días de labor, claro, sin contar aquellos con mal clima, sea por alta humedad relativa (no es aconsejable pintar en esa condición) o porque trabajé al aire libre dado el fuerte olor del esmalte (base solvente). Lo anterior me hizo pensar en buscar opciones, como ser pintura a base de agua y... ahora que lo recuerdo: cuando pegué piezas de MDF con cemento de contacto, pues terminé viendo elefantes rosados. Conclusión: debo buscar adhesivos y pintura a base de agua o terminaré de espaldas contra el piso y sacudiendo las patas en el aire, como una cucaracha...
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Mangrullo Andino, la secuencia, masilla y pintura en Picasa
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